Es verdaderamente
gratificante que la ciudad mantenga una oferta teatral tan variaday de
muy buena calidad. Se convierte en un dilema salir el domingo a ver teatro y no
poder decidirte entre una de Ricaño, un Shakespeare de la facultad o ir a ver
qué presenta esta vez Área 51. Foro teatral. Opté por la última y subí la calle
Revolución.
El
espacio mantiene una cartelera de primer nivel con estrenos permanentes todo el
año, lo que garantiza la formación de un público conocedor y cada vez mayor en
número, que no los deja morir solos. En
febrero La Talacha Teatro, presentó Las chicas del carrer. Notariat 10, con
texto y dirección de Karina Eguía, obra beneficiada por el apoyo del PECDA XIX
(Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico), en el renglón
de Jóvenes Creadores.
La obra
utiliza elementos de narraturgia (bendita narraturgia) o teatro narrado para
lograr los enlaces entre los diferentes momentos de la obra, describiendo
acciones complejas que involucran más personajes o espacios (… abrió la
cajuela, sacó la botella de vino, se la rompió al policía en la cabeza, corrió,
se le cayó el celular…) o cuando los personajes se sinceran en apartes
hacia el público, imprimiéndole un excelente ritmo a la pieza, debido a que la
propia estructura dramática utilizada permite que se incida directo en la
acción de la escena.
Según
Legom, referente obligado para contextualizar un leve la susodicha corriente narratúrgica,
tenemos que:
… Al
momento de romper la convención dialogada, rompes todo. En escena comienzan a
pasar otras cosas y ahí el drama y la escena, siendo discursos diferentes,
empiezan a jugar uno contra otro, a favor del otro. Es decir, puedes tener a
pocos actores haciendo muchos personajes, sin necesidad de estar
re-caracterizando. Un cabrón (o cabrona, según nuestro caso. Nota del tecleador
que intenta estar al día con asuntos de género) puede estar dando los
parlamentos, mientras que el otro está haciendo la parte física. [Performance,
núm. 203, 16/08/14, p. 6.]
La
nueva convención, al volverse cada una de las actrices en la narradora de su
propia historia compartida, exige de ellas un trabajo muy riguroso, debido a
que se pasa de un momento-situación a otro en un parpadeo; entrando y saliendo
de las diferentes realidades, sin permitir que se pierda el hilo conductor de
la obra; manejándolo las jóvenes actrices de manera certera y convincente.
El
manejo de la dicción y el trazo escénico son limpios, aunque de repente
faltaría modular un poco los volúmenes de voz, debido a la acústica y tamaño
del espacio y de la potencia de los resonadores de las actrices. Caracterizando
muy bien los tipos de acentos diferentes de acuerdo a sus respectivas
nacionalidades, sin caer en el cliché, lo que provoca que cuando a la mexicana, al final de la obra se
le olvide el acento norteño (¿y si fuera jarocha? Nota del t. que intenta ser
regionalista-chauvinista), suenen extraños sus textos.
La
escenografía se resuelve de manera sintética por medio de cuatro cubos (santos
cubos) o módulos huecos de diferentes tamaños (¿será que en todas las escuelas
de teatro se utilizan los mismos? Pensé que en Barcelona había de otros… no sé…
más chingones pues. Nota del t. que peca de ignorante) los cuales se ensamblan
entre sí formando todos los espacios donde ocurre la representación.
El
vestuario me parece muy casual, demasiado, cayendo en estereotipos en algunos
elementos, como el suéter a rayas horizontales de la italiana o la mexicana con
paliacate rojo… y no sé si la brasileña lleva el pantalón debajo del vestido
por pudor o por moda. La iluminación me
parece desaprovechada, debido a que no quedan claros los cambios lumínicos, que
apoyarían los diferentes y variados espacios/tiempos en que ocurren las
acciones.
La
temática que exteriorizan tres mujeres jóvenes y solas en Europa cuando andan buscando
desesperadamente que su mundo cambie en algo, lo que sea, como sea, cueste lo
que cueste, no importa cómo, no importa qué, no importa con quién, gira en
torno al amor y su búsqueda incesante, que inevitablemente las lleva a la
búsqueda del conocimiento del ser interior, del cual, ¡oh triste realidad!,
nunca puedes huir, por más lejos que te vayas.
Como
raza humana estamos a punto de colonizar Marte, hemos descendido a los abismos
insondables del océano, nos comunicamos de manera instantánea con cualquier
parte del mundo, tenemos robots que hacen las cosas por nosotros… pero el
periplo de las chicas, con su hazaña excitante de unas confundidas, nos
invita a que nos asomemos al interior, para descubrir que quizás ahí es donde
se desarrolle y resuelva la verdadera cruzada que significa la vida. ♦
LAS CHICAS DEL CARRER
NOTARIAT 10. Hazaña excitante de unas confundidas.
Texto y dirección
Karina Eguía. Reparto: Patricia Estrada Ramos, Ana Lucía Ramírez y Esther
Castro. Producción: La Talacha Teatro/Escénica Producciones. Área 51, foro
teatral.
Por Cuitláhuac Pascual