DESPUÉS
DEL ÉXITO QUE TUVO EL HAY FESTIVAL XALAPA 2012, EL GRUPO TEATRAL MEREQUETENGUE
PRESENTÓ DEL 12 AL 21 DE OCTUBRE EL HAY TÍTERES FESTIVAL. PARTICIPARON 11
COMPAÑÍAS DE TÍTERES, CINCO GRUPOS NACIONALES Y SEIS LOCALES, 23 FUNCIONES,
EXPOSICIONES DE TÍTERES EN EL CENTRO DE LA CIUDAD Y PRESENTACIONES DE LIBROS.
VÍCTOR BENÍTEZ CONVERSÓ CON LORENZO PORTILLO Y DAVID ESTRADA, DIRECTORES DE
MEREQUETENGUE, LA AGRUPACIÓN ORGANIZADORA CUYO ESPACIO, EL RINCÓN DE LOS
TÍTERES, CELEBRA SU TERCER ANIVERSARIO.
No es ninguna continuación ni parte del festival
millonario, sino un encuentro de títeres y titiriteros. Una oportunidad para
conocer el trabajo de artistas de toda la República pero sobre todo para
conocer el trabajo de los artistas locales que le dedican su vida a los
títeres. El Hay Títeres no es el primer festival de títeres en Xalapa, de hecho
esta es su segunda emisión, aunque apenas en 2012 tomó ese nombre. Es un
festival-protesta por la falta de apoyo a los artistas locales y por supuesto
del rechazo por parte de las instituciones para apoyar la realización de un
festival como este.
Lorenzo Portillo y David Estrada,
directores de Merequetengue, aceptaron la entrevista con el fin de compartir el
éxito que tuvo el festival con el apoyo de la comunidad y los artistas
invitados.
Tercera llamada. Comenzamos
Lorenzo Portillo: El Hay Títeres se
realizó con tres principales objetivos. El primero es que el Rincón de los
Títeres cumple tres años ininterrumpidos de presentar funciones semanalmente.
Porque es un esfuerzo llegar a tres años de manera constante con diferentes
trabajos, estrenos y artistas invitados. Es un espacio que depende de la
participación del público, no es patrocinado por ninguna institución. El
segundo objetivo es rendir homenaje a una de las más importantes compañías de
títeres en México: Baúl Teatro Monterrey, que cumple 26 años de trayectoria
artística. Y el tercer objetivo es hacer una crítica, porque a pesar de que
Sectur y el Ayuntamiento de Xalapa se negaron a apoyar, el festival se realizó
con 11 compañías de títeres, cinco grupos nacionales y seis grupos locales, 23
funciones, exposiciones de títeres en el centro de la ciudad y presentaciones
de libros.
Víctor Benítez:
¿El festival tuvo el suficiente impacto como para esperar una continuación el
año que viene?
David Estrada: Esta fue su segunda
emisión; el año pasado estuvimos festejando el segundo aniversario del Rincón
de los Títeres, donde fue más bien un festival de repertorio. Presentamos todo
lo que se había presentado en el Rincón de los Títeres. Y en este año el
proyecto creció en el asunto de invitar a Baúl Teatro y a otras compañías. Una
vez aceptada la invitación decidimos que fuera más grande, con más compañías.
Si bien no teníamos una convocatoria, hubo muchas solicitudes para participar;
unas 22 en las que se anotaban compañías internacionales. Sin embargo la falta
de recursos nos limitó a compañías nacionales.
L. P.: El tercer objetivo del festival es alzar una crítica. Tomamos el
nombre completo con toda la conciencia del mundo porque nos parece injusto que
el estado compre una franquicia tan cara y ostentosa pero que no tome en cuenta
a los artistas locales. El Hay Festival no tuvo la presencia de ningún artista
local. Con esto no queremos decir que estemos en contra del festival, al
contrario, estamos a favor de cualquier festival, evento o manifestación
cultural; cualquiera es importante.
D. E.: Creemos que cualquier
inversión para la cultura y las artes es muy importante. Sin embargo, de pronto
saber que es un festival que requiere mucho dinero –millones, en realidad– y no
escatiman en esto, cuando a los artistas locales siempre se les pone el
pretexto de no hay recurso o les pagan meses después, o hasta regatean
una función porque no hay lana. ¡A nosotros nos deben nuestra participación en
Cumbre Tajín 2010!
L. P.: Queremos efectuar una crítica
pero obviamente constructiva. No estamos de acuerdo pero ahí va lo que nosotros
sí podemos hacer y sin apoyo de las instituciones. Y sobre todo que lo hicimos
bien. Un festival que fue bien recibido y tuvo impacto.
D. E.: No hemos hecho un estudio ni
nos interesa, pero sería interesante ver la comparación; la cantidad de
actividades que tuvo el Hay Festival y los que tuvo el Hay Títeres, la lana que
tuvo el Hay Festival y la lana que hubo en el Hay Títeres, y dinero que
pertenece al público, al espectador. Que de alguna manera los funcionarios
creen que es su dinero. Si se queda el Hay Festival pues qué bueno, que se
quede. Mientras tanto seguiremos haciendo lo nuestro.
V. B.: Me
contaba el maestro Carlos Converso que ya hay una licenciatura en títeres.
Quizás esto ayude mucho para ese respaldo que buscan las instituciones.
L. P.: Es un proyecto añejo que
tienen los titiriteros, ya hay proyectos muy avanzados en Huamantla, Tlaxcala,
en la escuela Latinoamérica del Teatro de Títeres con la esperanza de que
pronto la acrediten como licenciatura. Hay mucho movimiento en la onda de los
títeres. Aquí en Xalapa tuvimos seis compañías, Carlos Converso, Pavel Ortega,
teatro Dragón Rojo, Febrero 10, Guillermo Acevedo con la Piragua y Merequetengue.
D. E.: Hemos tenido muchos errores
pero amamos esto y siempre buscamos hacer las cosas bien, en parte el Hay
Títeres es eso, darse cuenta que también hay títeres.
V. B.: Y bueno,
ya hablamos de la crítica, pero… qué pasó durante el festival. ¿Cómo les fue en
escena?
L. P.: El festival superó nuestras
expectativas, asistió mucha gente, a la sala le caben 35 personas y había
funciones de todo. Funciones donde la gente se arrebataba por entrar y
funciones flojas, sobre todo entre semana. Pero sobre todo estuvo muy
divertido. Lo que arroja la información del público es lo que nos trae más
gente. El Rincón de los Títeres es un espacio pequeño; por ejemplo, nos
llamaron muchas escuelas diciendo que querían asistir al festival con sus niños
y a la hora de preguntar cuántos son, la respuesta de cien niños nos fascina,
pero no podemos meter a cien niños aquí, no hay espacio. Somos muy luchones y
tenemos mucha fe en que esto puede crecer y tener un espacio más grande donde
podamos tener esto del programa permanente de teatro para niños ya que somos el
único espacio que tiene esto de funciones de títeres para niños ininterrumpidas
en el país.
V. B.: Es
terrible esto de ir a una función y ya se terminó la temporada, o no hay nada
que ir a ver. ¿Sólo se presenta Merequetengue aquí?
L. P.: No, nosotros trabajamos con
producciones propias y algunas veces artistas invitados. Y lo que pretendemos
al tener un espacio más grande es realizar visitas escolares, ya que Veracruz
es de los pocos estados que carecen de un programa de teatro escolar. Casi
todos los estados tienen su programa con recursos federales, estatales y
municipales que se suman con las compañías de teatro para niños y atienden a
las escuelas.
V. B.: Eso
suena bastante ideal, pero ¿qué pasa realmente con esos proyectos?
L. P.: Veracruz no tiene este
programa de teatro escolar desde hace como 10 años, no sé por qué, pero yo creo
que si tenemos un espacio más grande y el Rincón de los Títeres tiene la
experiencia, hemos comprobado que lo podemos hacer. De alguna manera el Hay
Títeres lo comprobó.
V. B.: ¿Se va a
seguir llamando de esta manera? ¿Va a seguir latente esta crítica?
L. P.: Sí, todos los festivales
importantes tienen su off-off . Muchas veces el off supera al
festival oficial y yo creo que hay muchos grandes espectáculos en la ciudad o
en el país. Pero hay también muchos que apenas están en proceso y tienen una
baja calidad.
V. B.: Habría
que aclarar que en los títeres hay mucha sofisticación. Porque no es como el
teatro en general, desgraciadamente ya hay mucha gente que supuestamente hace
teatro alternativo, underground, que lo único que han logrado es causar un mal sabor en los
espectadores. Obviamente no hablo en general de estas personas pero se ha
vuelto tan común que se ha ido desvirtuando. Sin embargo, la gente que se
dedica a los títeres tiene como una dedicación especial por esto, no digo que
todas, pero sí creo que hay minuciosidad en el trabajo.
L. P.: Sí, mucha gente cree lo
contrario. Los títeres: ¡bah! ¡fácil!, nosotros llevamos 13 años y hasta ahora
conocemos bien la técnica, no sólo en la construcción ni la forma sino en el
fondo. Nuestras últimas producciones tienen un poco más de riesgo escénico, se
perfecciona el lenguaje y el estilo pero no es fácil, se necesita mucho tiempo
y esfuerzo.
V. B.: Yo creo
que se necesita mucho esfuerzo para que el espectador no salga como entró. Es
decir, que el artista tenga la sensibilidad de tocar al público a través de su
obra. Manipulaciones de Converso definitivamente lo logra.
D. E.: Claro, el lenguaje de títeres
es muy amplio, hay muchísimas técnicas y además se necesitan combinar al grado
de generar un lenguaje complejo. Sin embargo el punto es vincular con el
espectador para dejar un buen sabor de boca.
V. B.: Con el
éxito obtenido ¿qué sorpresas tienen para la próxima emisión del festival?
L. P.: Pues ya lo estamos planeando
desde ahorita, apenas estamos haciendo el repaso del festival pero yo espero
que tengamos una gran convocatoria incluyendo a las instituciones para que
entre todos hagamos esta chamba, que participen el Ivec y todos.
V. B.: Entonces
todo se quedó en la limitante del recurso y la falta de apoyo, sin embargo
salió y quizás salió hasta mejor que el Hay Festival.
D. E.: Fue todo un reto, lo principal
es el asunto de la lana. Yo creo que vino más gente que en el Hay Festival.
L. P.: Yo fui a una conferencia del Hay
festival en una sala para 200 personas y habíamos como 6 o 7 personas nada más.
El asunto del espacio es nuestra única limitante. En las funciones de los
domingos nosotros tenemos a nuestros becados. Los niños vendedores de Los
Berros tienen boletos para venir a ver las funciones cada semana. Nunca lo
decimos ni lo anunciamos, pero nos invitan de la sierra de Zongolica por
ejemplo, con escasos recursos, y las maestras nos dicen que nos acompletan
equis cantidad y nosotros les decimos “guárdalo, nosotros vamos”. Es algo que
nosotros necesitamos hacer. Si tuviéramos el apoyo de las instituciones, el
recurso, obviamente llegaríamos a otras partes.
En el estado de Veracruz hay tres
compañías privilegiadas: la TISEV, que dirige el maestro Yaco Guigui. Teatro
Ambulante, que dirigía el maestro Guillaumin, y está la Orteuv. Los tres
subsidiados, los tres con plazas de por vida. Dan funciones gratis en todas
partes, bueno, no en todas partes. Nuestra crítica es que se meten a dar
funciones junto a la alberca en el Hotel Xalapa a los comensales, gente de
cierto nivel económico, siendo que ellos tienen el recurso para moverse y en
lugar de estar en el Hotel Xalapa se podrían ir a las colonias para representar
funciones gratis.
V. B.: Lo
preocupante es que tengo entendido que la Orteuv ya no regala cortesías. Y qué
triste porque si con cortesías no llenaban, ahora que sólo pasa quien paga pues
menos van a llenar la sala.
D. E.: Por supuesto que seguramente
justifican bien su trabajo, pero es eso, es decir que deberían hacer más
funciones para todas estas zonas circunvecinas.
L. P.: Hay una función que le llaman
Función Gala, una que hacen al año, que le meten un buen de varo en el escenario, vestuario, etc. Con el presupuesto
que le invierten a esa función yo haría funciones todo el año. La alcaldesa no
pudo venir a la clausura del festival pero vino a una función. Se quedó
impactada de cómo nosotros en este espacio tan pequeño podemos hacer tantas
cosas. Tocaba las paredes diciendo que había algo más allá de ellas y se dio cuenta
que no, que somos un espacio muy pequeño. Le dijimos ahí mismo que se imaginara
lo que podríamos hacer con su apoyo.
Los funcionarios entran y salen. Se
suben y se bajan pero nosotros los artistas no, entonces el pensamiento debe
ser diferente. No es por no hacer nada, es simplemente decir que estamos en
este proyecto como artistas.
D. E.: Amamos Xalapa, amamos lo que hacemos
y queremos que esto sea un lugar mejor y que los títeres son parte importante
de ello. La tarea es sumar voluntarios para crecer juntos.
El Hay Títeres se llevó las palmas.
Es bueno saber que tenemos en nuestra ciudad a grandes maestros en el arte de
los títeres como Carlos Converso y un grande del teatro como Abraham Oceransky,
y otras figuras del arte escénico. No podemos menospreciar el arte local, no
podemos hacerlo desde nuestra conciencia crítica, aunque los festivales
internacionales sí puedan a partir de quién sabe qué.
El éxito que obtuvieron es totalmente
merecido. La organización de un festival sin recursos y de manera independiente
es una tarea que pocos saben realizar con éxito y sin embargo se logró. Trece
años de Merequetengue, tres años del Rincón de los Títeres, dos años de Hay
Títeres y una infinidad de obras por ver. Esperemos que el próximo festival nos
guarde un lugar en sus funciones.