Luis Barria se quedó hablando solo por culpa de Radio Más |
El Conde no esconde su sentir por lo que está sucediendo en Radio Más de Veracruz, que siguiendo una línea comercial, ahora se presenta una programación donde la cultura es dejada de lado. Y bien dice “debería de existir un consejo de ciudadanos que velara por los objetivos culturales y sociales de la emisora”.
Estimado boss, navegante de Oceanía:
Como bien dijera mi legendaria abuela: “las desgracias nunca
vienen solas”. No basta con la partida de Juan Gelman y José Emilio Pacheco.
Ahora tenemos que sobrellevar el ánimo con la desaparición de Federico
Campbell, escritor y periodista culto, tijuanense sobresaliente y persona
agradable, sencilla, muy lejos de la búsqueda de reconocimientos para sentir
que es alguien importante.
Aún en el ánimo también se siente el pesar por el asesinato
del décimo periodista en la administración veracruzana actual. Muy en contra de
aquella declaración facilona del diputado José Ramón Gutiérrez de Velasco,
presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la actual Legislatura local,
quien le dijo a los empresarios: “Si tienen miedo que se queden en su casa”.
Como sabemos en el caso de Goyo Jiménez, de su casa se lo llevaron para
quitarle la vida. La versión oficial asienta que fue por motivos personales. La
más cercana a la realidad apunta a su información vertida en nota roja respecto
a casas de seguridad donde retenían a centroamericanos. En el fondo del asunto
está la descomposición social y moral que reina todos los días.
Ante estas noticias, no sé si le pase, pero a mí se me
apachurra el espíritu. La única forma de encontrar cierta calma es tomar un
whisky. Así lo hice y me puse a buscar a mis amigos Rafael Antúnez o Luis
Barria en el cuadrante radiofónico. Como recordará, hace unos días escribí
sobre Horas extra, el excelente
programa de Radio Más que combinaba buena música y literatura, ideales
compañeras de la madrugada.
Sintonicé 107.7 de FM y solo oía música grupera o tropical
de medio pelo. Pensé que me había equivocado y que estaba en “El Patrón”, ese
estilo prepotente exponente de mucha seudomúsica o en “La Máquina Tropical”
que, para no perder rating, acabó
emulando al patrón establecido que se empeña en demostrar que todo es
susceptible de empeorar.
No fue error mío. Sí estaba oyendo Radio Más. Un programa
nuevo suplía a Horas extra. De
acuerdo con las identificaciones y los propios conductores, Griselda Hernández
Portilla y Omar Mota Sangabriel, se trata de El caminero, dedicado a los choferes que en las madrugadas recorren
las carreteras del estado. Una especie de Sensacional
de traileros radiofónico.
La idea no es nueva. Desde 1999 la XEW transmite Los amos del camino donde conecta a
todos los que van en el volante. Muchas veces, además de compañía, es muy útil
en caso de accidentes o problemas graves en las carreteras. La radio de banda
civil ha sido el mejor medio para conectar a los choferes desde Tijuana hasta
Tapachula.
El Caminero es simplón con la tónica de
“todos-somos-felices-y-aquí-no-pasa-nada”. Al terminar, sigue la
programación-frankestein, es decir, un pedazo del estilo de “El Patrón”, otro
de “La Máquina Tropical”, uno más de “Los 40 Principales”, algo de “Digital 96”
y así hasta llegar a la 6:00 de la mañana para que inicie El Madruguete con Víctor Mortera, más felicidad que transita por la
caminos de la superficialidad.
Una radio comercial, como sabemos, es negocio. Vive de la
venta de espacios, de los spots y de la payola, ese modo de vida impuesto por
las disqueras para vender cantantes o grupos como viles mercancías de éxito
fácil. Una radio estatal, como Radio Más, cumple o debería, tener objetivos
diferentes más avocados al servicio social y al impulso de las culturas y
expresiones regionales.
Dirán los de Radio Más que aún hay programas de ese corte
como Vera a través del mundo, El
Cenzontle, Puro Veracruz, Estudio G o Vivir
la ópera. Claro, ahí sobreviven ante una tendencia de programación que
busca más los estilos comerciales de moda que una alternativa de música y
mensajes que forjaron desde el inicio y que le valieron premios nacionales por
sus buenas producciones.
Radio Más se mantiene con nuestros impuestos, en términos
ideales, debería de existir un consejo de ciudadanos que velara por los
objetivos culturales y sociales de la emisora. Sería ideal que así trabajara
una radio pública que avalara la diversidad de expresiones musicales y de
pensamiento y no acabara uniformada como lo que ahora es, una radio más, la voz
de los veracruzanos educados por Televisa.
Conde de Saint Germain, duque de los Jardines
de Xalapa y barón radioescucha nocturno.♦Por Conde de Saint Germain