Heliterror


Publicado porJosé Homero el 1:16 p.m.

Bien entretenidos [Fotograma de Heli]
La prensa ha registrado los halagos que hiciera Steven Spielberg a Heli, película mexicana, cuyo director Amat Escalante, mereció el premio al Mejor Director en el Festival de Cannes, Francia. La asimetría entre los discursos de Spielberg y Escalante hace suponer que Spielberg en verdad se sitúa en un plano de reconocimiento a la pieza fílmica de Amat, quien demostró sus dotes narrativas –sincronización: en el final, la cópula y el remanso de los niños; elipsis: el planteo del filme a partir del salto temporal en el episodio de los colgados.
En una primera instancia, Spielberg se impresionó ante la crudeza formal del discurso de Escalante que muestra, desde un punto de vista íntimo, la violencia de México en el contexto del combate al narcotráfico. Subrayamos que lo hace desde un enfoque intimista porque Escalante no se plantea un debate macro en torno a la violencia. Escalante opta por contarnos una trama que resiente dicho combate al narco desde una bisagra donde ya todo el orden de cosas está en crisis y no quedan más que reacciones desesperadas.
Se suma en este sentido Heli más al discurso de Miss Bala de Gerardo Naranjo que a los discursos de El infierno de José Estrada y Colosio de Carlos Bolado, citados como ejemplos de historias que aspiran al contexto macro para desvelar los intríngulis del poder (también noto cierto nexo con Lolo de Francisco Athié y con El violín de Francisco Vargas).
Inclusive, ya comparando la cinta de Escalante con la de Naranjo, hay una diferencia que vuelve aún más ensimismada a Heli. Recordemos: no obstante que en Miss Bala se percibe la violencia invisible –sin origen nítido–, también se alcanza a apreciar la manipulación que se da en el combate al narcotráfico. En cambio Heli es mucho más visceral –por utilizar una metáfora física que alude a un laberinto, a un nudo, a las tripas en sí–. Lo que permite este enfoque reptante como si fuese una víbora cascabel –la escena de los colgados justifica esta premisa es la ubicación del filme en un ambiente literalmente desértico, como ocurre con la austeridad de Los bastardos, su anterior cinta.
Escalante mantiene una anécdota sin aparentes referencias. La violencia irrumpe el universo cotidiano muy endeble en sus articulaciones sociales. Apenas jirones: la escuela de la hermana, la fábrica donde labora Heli, los soldados entrenando o el padre de Heli que parece un ánima salida de la pluma de Juan Rulfo.
Spielberg habrá notado que esa vorágine violenta envuelve a unos personajes normales y los transporta a un hecho extraordinario. Sin embargo, mientras Spielberg levanta a ese ciudadano común para elevarlo a la categoría de héroe, en Heli la víctima no puede frenar una cadena de desgracias.
En segunda instancia hay posiblemente un aspecto que deslumbró a Spielberg. La propia violencia adquiere una vesania que no tiene ningún propósito. Repasemos que en el caso de Spielberg ha filmado la esclavitud negra, guerras o el holocausto judío como situaciones de encono racista, histórico, religioso y hasta político. Pero al no advertir precisamente ninguno de estos casos paradigmáticos en la violencia extrema de Heli, emana de ella un doble terror.
Sí, doble terror: no se advierte, por ningún lado, justificación que permita entender tanta furia entre los propios mexicanos. No hay diferencia de raza, clase social, historia o religión; no, lo que hay es un lánguido vacío desde donde se desprende un odio perturbador (la tortura es la nada: el pene incendiado y los niños aprendiendo a golpear).
Y lo que es todavía más perturbador es que si bien la estética es deliberadamente shocking para motivar la reflexión ante un mundo impávido o simplemente indolente, es que lo hace sin ningún tipo de artilugios de la narrativa fílmica convencional –incluso la shocking–. A final de cuentas muchos grandes directores recurren a la música, planos cortos y edición rápida para endechar el dolor humano. Amat no es Oliver Stone ni Stanley Kubrick. ¿Qué habrá sentido en la entraña un hombre como Spielberg, cuyo terror se basa en el calificativo sonoro, cuando vio la asepsia realista de Escalante para mostrarnos una violencia que parece la piel misma del hombre?
Seguro le taladró la cabeza.

Heli. Director: Amat Escalante. Con: Armando Espitia, Andrea Vergara y Linda González. México, 2013. Duración: 105 minutos.



Por Raciel D. Martínez: Flamante director de Comunicación Universitaria de la UV. Todo está dicho.


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