Bien entretenidos [Fotograma de Heli] |
La prensa ha registrado los halagos que hiciera Steven Spielberg a Heli,
película mexicana, cuyo director Amat Escalante, mereció el premio al Mejor
Director en el Festival de Cannes, Francia. La asimetría entre los discursos de
Spielberg y Escalante hace suponer que Spielberg en verdad se sitúa en un plano
de reconocimiento a la pieza fílmica de Amat, quien demostró sus dotes
narrativas –sincronización: en el final, la cópula y el remanso de los niños;
elipsis: el planteo del filme a partir del salto temporal en el episodio de los
colgados.
En una primera instancia, Spielberg se impresionó ante la crudeza formal
del discurso de Escalante que muestra, desde un punto de vista íntimo, la
violencia de México en el contexto del combate al narcotráfico. Subrayamos que
lo hace desde un enfoque intimista porque Escalante no se plantea un debate
macro en torno a la violencia. Escalante opta por contarnos una trama que
resiente dicho combate al narco desde una bisagra donde ya todo el orden de
cosas está en crisis y no quedan más que reacciones desesperadas.
Se suma en este sentido Heli más al discurso de Miss Bala de
Gerardo Naranjo que a los discursos de El infierno de José Estrada y Colosio
de Carlos Bolado, citados como ejemplos de historias que aspiran al contexto
macro para desvelar los intríngulis del poder (también noto cierto nexo con Lolo
de Francisco Athié y con El violín de Francisco Vargas).
Inclusive, ya comparando la cinta de Escalante con la de Naranjo, hay una
diferencia que vuelve aún más ensimismada a Heli. Recordemos: no
obstante que en Miss Bala se percibe la violencia invisible –sin origen
nítido–, también se alcanza a apreciar la manipulación que se da en el combate
al narcotráfico. En cambio Heli es mucho más visceral –por utilizar una
metáfora física que alude a un laberinto, a un nudo, a las tripas en sí–. Lo
que permite este enfoque reptante como si fuese una víbora cascabel –la escena
de los colgados justifica esta premisa es la ubicación del filme en un
ambiente literalmente desértico, como ocurre con la austeridad de Los
bastardos, su anterior cinta.
Escalante mantiene una anécdota sin
aparentes referencias. La violencia irrumpe el universo cotidiano muy endeble
en sus articulaciones sociales. Apenas jirones: la escuela de la hermana, la
fábrica donde labora Heli, los soldados entrenando o el padre de Heli que parece
un ánima salida de la pluma de Juan Rulfo.
Spielberg habrá notado que esa vorágine
violenta envuelve a unos personajes normales y los transporta a un hecho
extraordinario. Sin embargo, mientras Spielberg levanta a ese ciudadano común
para elevarlo a la categoría de héroe, en Heli la víctima no puede
frenar una cadena de desgracias.
En segunda instancia hay posiblemente un
aspecto que deslumbró a Spielberg. La propia violencia adquiere una vesania que
no tiene ningún propósito. Repasemos que en el caso de Spielberg ha filmado la
esclavitud negra, guerras o el holocausto judío como situaciones de encono
racista, histórico, religioso y hasta político. Pero al no advertir
precisamente ninguno de estos casos paradigmáticos en la violencia extrema de Heli,
emana de ella un doble terror.
Sí, doble terror: no se advierte, por
ningún lado, justificación que permita entender tanta furia entre los propios
mexicanos. No hay diferencia de raza, clase social, historia o religión; no, lo
que hay es un lánguido vacío desde donde se desprende un odio perturbador (la
tortura es la nada: el pene incendiado y los niños aprendiendo a golpear).
Y lo que es todavía más perturbador es
que si bien la estética es deliberadamente shocking para motivar la
reflexión ante un mundo impávido o simplemente indolente, es que lo hace sin
ningún tipo de artilugios de la narrativa fílmica convencional –incluso la shocking–.
A final de cuentas muchos grandes directores recurren a la música, planos
cortos y edición rápida para endechar el dolor humano. Amat no es Oliver Stone
ni Stanley Kubrick. ¿Qué habrá sentido en la entraña un hombre como Spielberg,
cuyo terror se basa en el calificativo sonoro, cuando vio la asepsia realista
de Escalante para mostrarnos una violencia que parece la piel misma del hombre?
Seguro le taladró la cabeza.♦
Heli. Director: Amat Escalante. Con: Armando
Espitia, Andrea Vergara y Linda González. México, 2013. Duración: 105 minutos.
Por Raciel D. Martínez: Flamante director de Comunicación Universitaria de la UV. Todo está dicho.