Estimado jefe que no da vacaciones de verano:
Como he mencionado en pasados escritos, poco hay de novedades en los medios de comunicación veracruzanos. A pesar de ser un estado próspero en estaciones de radio, periódicos y televisión, la propuesta en la materia es paupérrima. Pero como tengo que entregar colaboración para obtener mi prima vacacional (aunque preferiría una buena prima ocasional) le mando mis impresiones sobre Radiover, la primera emisora veracruzana exclusiva en Internet.
Juan
Antonio Nemi Dib promueve este proyecto desde julio de 2008 a través de
Impulsora de Medios de Veracruz S.A de C.V. Loable labor la de crear
una radio propia sin pasar por los engorrosos y costosos entuertos
técnicos y políticos para obtener una concesión o permiso. Es conocido
el gusto del político cordobés por los medios de comunicación, pero
sobre todo, por aportar dosis de cultura y entretenimiento como en su
programa El Molcajete, que conducía en radio y televisión, labor que
dejó por sus funciones de servidor público.
La
verdad es sorprendente encontrar esta emisora que funciona las 24 horas
con una programación que maneja una gran variedad de temas culturales,
literarios, sociales y musicales en ¡20 producciones radiofónicas! Las
menciono para que las tenga en cuenta y cuando pueda les pueda echar el
oído. Van en orden alfabético como aparecen en su página electrónica: A
son de rap, con G. M. Hernández; Adicción musical, con Augusto Segovia;
Anamorfosis, con el doctor Julio Ortega Bobadilla; Cadena de favores,
con Gisel Medina; Con la música por dentro con Marco Hoyo; Del plato a
la boca con Tamy Marí; Desempolvados, con la buena voz de Mese Merari;
Disléxico, con Víctor Manuel Ruiz Acosta, Antonio Morales Molina, Biani
Aguayo Borrel, Polo Mejía Lozada e Ivonne Morales Márquez; El arte de
vivir, con Antonio Gómez Yepes; El Club de Tobi; El triángulo de las no
mudas, con Mercedes Boullosa; En cortos y en letras, con Laura Haddad;
EscaparArte, con Néstor Gutiérrez; Estratosclásicos; La curiosidad mató
al gato, con Néstor Olivares; Legalmente joven, con Ernesto Mikel; Los
especialistas, con Antonio Ramírez e Irving Castelán; Senderos cósmicos,
con Marco Tulio Texon Acosta; Té para tres (para mi gusto es el que
tiene mejor producción radiofónica) con Claudia Domínguez, Alán Cortés y
Martha Ordaz; y Un americano en Xalapa, con León Ignacio Ruiz Ponce.
Los
horarios se pueden consultar en www.radiover.com aunque algunos
programas se repiten a lo largo de la programación y de los días. Como
sucede con la mayoría de los proyectos culturales, los locutores tienen
voces coloquiales, cercanas al radioescucha y muy lejos de las voces
cuidadas, engoladas y muchas veces falsas de la radio comercial.
A
lo largo de la transmisión hay música diversa en donde predomina el pop
en inglés y mensajes que promueven ¡programas de Radio Más!, avisos
gubernamentales y en el más puro estilo de Radio UV me tocó oír varias
veces un spot que invita al paseo en bicicleta para el domingo 3 de
julio cuando el calendario, al menos el mío, indica 15 de julio.
Al
inicio de las transmisiones en 2008 existía un noticiario que ahora no
lo encuentro. No estaría por demás que regresara. Incluso, en medios
independientes vale la pena mantener espacios necesarios para la
información, el análisis y la crítica, es una forma para que el
ciudadano encuentre una mayor identificación con un medio radiofónico.
Pero como podemos fijarnos en la programación hay una asepsia que no
compromete ideologías políticas.
En
el optimismo se puede pensar que hay millones de cibernautas cautivos
en el mundo que pueden escuchar Radiover, pero no es fácil que así
suceda. La oferta de radios por Internet es vasta y fugaz, y los usos de
la red son muy amplios. No se duda que existan seguidores de los
programas que se ofrecen pero aún esta forma de hacer radio no compite
con las emisoras de AM y FM, que están por unificarse en el sistema
digital. Para sintonizar una radio por Internet obviamente es necesaria
una computadora o un smartphone con aplicaciones, que no es tan
inteligente como para captar la señal permanente en la calle, en el auto
o en algún lugar en el campo o la playa.
Con
seguridad los coordinadores del proyecto sabrán cuánta audiencia tienen
(que no sea de los cuates). Al menos en el chat de la propia página
electrónica los usuarios son pocos.
Lo
cierto, estimado señor director, le recomiendo que escuche Radiover.com
y sus “emociones en banda ancha”. El esfuerzo que hace este equipo vale
la pena. ♦