Obra de Ryuichi Yahagi |
Con
la participación de Japón, Bélgica y México, se realiza el Primer
Coloquio Internacional de Arte Contemporáneo en Xalapa. “De la periferia
al centro” es la noción que lo anima. Manuel Velázquez puntualiza sus
objetivos, las temáticas a abordar y los cuestionamientos que persigue.
Se percibe en
el actual contexto veracruzano una coyuntura imposible de pasar por
alto, a partir de la cual se instrumenta el Primer Coloquio
Internacional de Arte Contemporáneo en Xalapa: De la Periferia al
Centro. Organizado por el Gobierno del Estado de Veracruz, a través del
Instituto Veracruzano de la Cultura en coordinación con Conaculta y la
Universidad Veracruzana, reúne artistas mexicanos, japoneses y belgas.
Su objetivo es investigar aspectos en torno al arte contemporáneo
relacionando prácticas artísticas de capitales y provincias. El coloquio
parte de los siguientes cuestionamientos: ¿Qué pasa con la obra
contemporánea producida en provincia con respecto a la que se hace en el
centro? ¿Qué pasa con la obra producida en Xalapa con relación a la que
se produce en otras ciudades culturales; en sedes como Tokio y
Bruselas? ¿Cuál es la relación de esto con la producción, distribución y
consumo de la obra de los artistas de Veracruz?
El
punto de partida para una posible respuesta pasa necesariamente por
escuchar y recibir la opinión de los profesionales del universo
artístico contemporáneo: artistas, críticos, galeristas, teóricos y
agrupaciones que los representan. Dentro de esta plataforma se mueve
este primer coloquio. Las exposiciones y los encuentros planteados son
un espacio de acción cultural que contribuyen al disfrute, el
conocimiento y la difusión del arte veracruzano contemporáneo, con una
proyección integradora –de acá para allá– para establecer un diálogo de
la “periferia al centro”. Este evento es importante, debido a que
permitirá el intercambio de información con artistas de Japón y Bélgica,
dando lugar a debates y reflexiones, motivando la búsqueda de mayores
posibilidades en el arte veracruzano, con el fin de insertarlo en un
contexto internacional. Además de un laboratorio, el coloquio es un
concepto que integra talleres y una serie de exposiciones a modo de
festival, todo ello involucrando diálogos y conferencias en la que
intervienen los artistas.
Este
proyecto, sin embargo, no pretende establecer parámetros sobre el arte
que se realiza en nuestra región y fuera de ella. Desde la perspectiva
de las artes visuales, intenta un diálogo múltiple sin omitir la
diversidad, señalando nuevos protagonistas en el arte contemporáneo.
Buscará, a partir de las preguntas que se plantean, añadir más
inquietudes y renovadoras respuestas acerca de la discusión del arte
estatal contemporáneo. El ciclo de exposiciones presentará una visión
del arte actual de los países participantes mediante algunos de sus
creadores, cuyas obras responden a una conciencia identitaria y, de
modos diversos, asumen problemas y sensibilidades en la construcción de
la cultura contemporánea, donde cada día somos más globalizados y
paradójicamente más locales, todo al mismo tiempo.
Desde
esta plataforma, el Primer Coloquio Internacional de Arte Contemporáneo
promueve una visión del mundo que nos rodea por dentro y por fuera.
Esta condición favorece un juego de perspectivas y una lectura
inevitablemente mixta, híbrida, transversal. Lejos de la hegemonía
internacionalista, lo provinciano y el exotismo regionalista, con una
visión crítica, el coloquio pretende también cartografiar una serie de
situaciones. A sabiendas de que el arte contemporáneo se ha convertido
en un espacio tan amplio de análisis y de horizontes, sólo cabe
sumergirse a fondo en un ámbito específico o realizar aproximaciones
generales pretendiendo “mapear” algo del territorio donde estamos. Haber
escogido la opción mixta de centro-periferia, obliga a pensar en varias
direcciones, sobre todo cuando estamos hablando de nuevos territorios,
nuevas configuraciones, de un contexto de época que no cesa de cambiar,
que recoloca nuestra condición identitaria de forma diferente, ya que
nuestro entorno viene transformándose y nuestros conceptos de espacio y
de tiempo se han modificado substancialmente por el desarrollo de los
medios tecnológicos, informativos y de comunicaciones.
Para
el dinamismo y la vitalidad de nuestra cultura es evidente la necesidad
de alimentar este tipo de encuentros que desarrollan la reflexión, la
investigación y la creación. El movimiento artístico en Veracruz implica
una tarea que primero pasa por pararse con cierta humildad frente a una
disciplina con sus propios códigos, que muchas veces “parece” vacía,
descolocada, molesta y aburrida y que en verdad “puede” estar
poderosamente cargada de sentido. Y eso es una aventura y un reto interesantes. ♦
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